Sabemos que las plaquetas son unas pequeñas células sanguíneas producidas por la médula ósea, que se encargan de formar coágulos de sangre para ayudar en el proceso de curación de las heridas y reducir el sangrado.
Ahora, cuando tenemos muy pocas o demasiadas plaquetas en nuestro organismo, su función puede verse entorpecida y pueden comenzar a aparecer efectos contraproducentes. Así, cuando tenemos un número de plaquetas menor de lo normal, presentamos una condición conocida como trombocitopenia, que nos amenaza con padecer sangrado moderado o severo.
Veamos cuáles son las causas que pueden conllevar a que esto suceda.
¿Cuáles son los niveles normales de plaquetas en la sangre?
Una cantidad normal de plaquetas suele oscilar entre 150.000 y 450.000, pero dicha cantidad puede reducirse por causa de ciertas enfermedades o patologías, poniendo en riesgo nuestro estado de salud.
¿Qué nos causa un nivel de plaquetas bajo?
Como ya hemos dicho, una disminución anormal de plaquetas se conoce a nivel médico como trombocitopenia, una condición que puede desencadenar sangrado anormal e incluso hemorragias internas cuando los valores se hallan por debajo de 10.000 por milímetro cúbico, lo que pone en riesgo la vida del paciente.
Una de las causas más comunes de la reducción de plaquetas en países con climas tropicales y lluvias copiosas es la infección por chikungunya, dengue o virus de zika, aunque el conteo bajo de trombocitos también ha sido asociado a enfermedades bacterianas o infecciosas como el VIH.
Por otra parte, una deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico puede conducir a una reducción en el nivel de plaquetas, lo que suele ajustarse a través de una dieta y suplementación adecuadas.
Asimismo, las enfermedades como la cirrosis hepática, la anemia aplástica y la leucemia afectan el funcionamiento de la médula ósea y evitan la producción de suficientes plaquetas, ocasionando un descenso en la cantidad de las mismas y generando la trombocitopenia.
De cualquier manera, es importante acudir al médico si se revela una cantidad de trombocitos por debajo del límite inferior, pues nuestra salud podría verse comprometida
Consecuencias de tener plaquetas bajas
Las consecuencias de tener plaquetas bajas pueden variar dependiendo de la gravedad y la causa subyacente de la trombocitopenia. En casos leves, una persona con plaquetas bajas puede no experimentar ningún síntoma. Sin embargo, si la trombocitopenia es más grave, puede haber una mayor tendencia a sangrar, lo que puede manifestarse como:
- Moretones o hematomas con facilidad
- Sangrado nasal
- Sangrado de encías
- Sangrado menstrual abundante o prolongado
- Sangrado en la orina o heces
- Puntos rojos o púrpuras en la piel (petequias)
- Sangrado dentro del cerebro (en casos graves)
Es importante buscar atención médica si se sospecha de trombocitopenia o si se presentan síntomas de sangrado. El tratamiento dependerá de la causa subyacente de la trombocitopenia y puede incluir medicamentos para aumentar la producción de plaquetas o para prevenir la destrucción de las mismas. En casos graves, puede ser necesario un trasplante de médula ósea.
Además del tratamiento médico, existen medidas que pueden ayudar a prevenir complicaciones en personas con plaquetas bajas. Es importante evitar actividades que puedan aumentar el riesgo de lesiones y sangrado, como deportes de contacto o trabajos que impliquen manipulación de herramientas cortantes. También se deben evitar ciertos medicamentos que pueden afectar la coagulación de la sangre, como los anticoagulantes o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), a menos que sean recetados por un médico y se monitoree de cerca la coagulación de la sangre.